“Jesucristo, manso y humilde de Corazón… haz nuestro corazón semejante al tuyo.”
Hoy celebramos con toda la Iglesia la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y lo hacemos en nuestra Parroquia Inmaculada Concepción, bajo la mirada de María, que nos enseña a contemplar y amar el Corazón de su Hijo.
Un Corazón que ama y cuida
El Sagrado Corazón de Jesús late de amor por cada uno de nosotros, como el Buen Pastor que cuida de su rebaño, que llama a cada oveja por su nombre y que no se cansa de buscar a quien se ha alejado. Es un Corazón lleno de paciencia, de misericordia, de cercanía, que sana nuestras heridas, perdona nuestras caídas y fortalece nuestra esperanza.
Cuando nos acercamos a la Eucaristía y a la adoración, nos acercamos al Corazón vivo de Jesús, que permanece entre nosotros, alimentándonos con su Cuerpo y su Sangre, acompañándonos en nuestras luchas diarias, y recordándonos que nunca estamos solos.
Una fuente de unidad para nuestra parroquia
En este tiempo en el que como comunidad queremos construir una Iglesia que escucha y camina unida, el Corazón de Jesús se convierte en nuestra inspiración y nuestra fuerza.
Él nos enseña a escuchar con paciencia, a perdonar de corazón, a caminar con el paso del hermano más débil, a trabajar juntos con humildad y alegría. Cuando dejamos que el amor de Cristo llene nuestra vida, aprendemos a construir una comunidad:
- Unida, porque el amor de Dios nos hace familia.
- Participativa, porque cada uno aporta sus dones, su oración y su tiempo con generosidad.
- Misionera, porque el Corazón de Jesús nos impulsa a salir, a invitar, a acoger y a anunciar la alegría del Evangelio en nuestro barrio y nuestra ciudad.
María, la Inmaculada, nos guía hacia el Corazón de su Hijo
Nuestra Madre, la Inmaculada Concepción, vivió con un corazón abierto y disponible al plan de Dios. Ella nos enseña a guardar y meditar todo en el corazón, y a responder con prontitud a las llamadas del Señor. De su mano, aprendemos a ser dóciles al Espíritu y a vivir con un corazón semejante al de Jesús.
Construyamos comunidad con el Corazón de Cristo
En esta solemnidad, el Corazón de Jesús nos invita a cada uno a dejar que su amor transforme nuestro corazón, nuestras familias, nuestras Hermandades, nuestra parroquia, nuestro barrio y a toda nuestra comunidad.
Hoy podemos rezar juntos: “Jesucristo, manso y humilde de Corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo.” Que el Sagrado Corazón de Jesús sea el centro de nuestra parroquia Inmaculada Concepción, el latido que une y fortalece, y la fuente de vida para nuestra comunidad.
¡Feliz Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús!